El abogado, como la palabra lo dice aboga y esa abogacía es por causas ajenas, problemas e intereses de otra persona.

En ese contexto, el abogado tiene diferentes retos, uno de ellos es la actualización legal, estar al día, con la diferente normativa que emana del órgano legislativo. Así mismo, capacitarse en la interpretación y aplicación de esa normativa legal.

En ocasiones caemos en la rutina, y eso nos lleva a no estar pendientes de los cambios de las normativas, por tal motivo, nos volvemos huraños a los cambios, lo cual es bueno, ya que nos ayuda ha estar en movimiento, con la realidad.

Un segundo reto viene dado, por las nuevas tecnologías, comprender y entender la forma como las diferentes herramientas tecnológicas se deben aplicar; el entorno tecnológico es un factor peligroso para el profesional del derecho, debe de saber usar las herramientas que proporciona las nuevas tecnologías, para hacer su trabajo más eficiente, que estas no entorpezcan su profesionalismo y buen trabajo.

Conocimiento miselaneo, el abogado se debe convertir en una enciclopedia andante, su conocimiento general debe abarcar diferentes disciplinas; no debe de ser renuente a la lectura, su observación debe ser más aguda, ver la realidad social desde un punto de vista objetivo y profesional.

No es agradable escuchar a un abogado hablar de política o aspectos sociales, si en él no hay critica o razonamiento objetivo.

Estas son algunas de las ideas que plateo a los profesionales y futuros abogados, para que enfrenten su realidad, ya que a eso estamos llamados.