Hay demandas que solo pueden ser imaginadas...
1. En 2004, Timothy Dumouchel, de Fond du Lac, Wisconsin (Estados Unidos), demandó a una compañía televisiva por haber hecho engordar a su esposa y transformar a sus hijos en “vagos zapperos”. “Creo que la razón por la que fumo y bebo a diario y por la mi mujer sufre sobrepeso es porque vemos la televisión a diario desde hace cuatro años.
2. En 2005, una mujer brasileña demandó a su compañero sentimental porque no conseguía que ella llegara al orgasmo. La mujer, de 31 años, aseguró que su pareja, de 38, terminaba acababa habitualmente las relaciones sexuales sin que ella hubiera logrado el orgasmo.
3. En 2007, un padre de Zhengzhou (China), no pudo llamar a su hijo “@” porque, según las leyes chinas, todos los nombres deben poder ser traducidos al mandarín.
4. En 2005, Pavel M., un preso rumano condenado a 20 años por asesinato, demandó a Dios basándose en que, en su bautizo, firmó un contrato en el cual Dios se comprometía a mantenerle alejado de los problemas. Este año, un senador estadounidense demandó a Dios por causar “catástrofes” en el mundo.
5. En 2005, el Tribunal de Apelación de Massachusetts (Estados Unidos) tuvo que decidir cuándo es peligrosa una técnica sexual. Una pareja, que llevaba varios años de relación, practicaba el coito cuando ella, de manera repentina, hizo una brusca maniobra que le fracturó el pene al hombre, que la demandó y requirió cirugía.
6. En 2005, Marina Bai, una astróloga rusa, demandó a la NASA por “interrumpir el equilibro del universo”. Reclamó que la sonda espacial Deep Impact, que debía impactar con un cometa a finales de ese año para recoger el material que resultara de la explosión con fines científicos, era un “acto terrorista”.
7. En 2007, un tribunal de la India tuvo que decidir si un condón vibrador es un anticonceptivo o un juguete sexual. Los condones contenían un dispositivo a pilas. Los denunciantes alegaron que los juguetes sexuales son ilegales en la India.
8. En 2006, un joven de Jiaxing, una región cercana a Shangai, tuvo problemas con la ley del país asiático tras poner su alma a la venta en internet.
9. En 2004, Frank D’Alessandro, un funcionario judicial de Nueva York, demandó a la ciudad por las heridas que sufrió tras estallar el váter en el que estaba sentado.
10. En 2001, Cathy McGowan, de 26 años, ganó un concurso en un programa de radio por contestar correctamente a una pregunta. Demandó a la emisora porque el premio era un Renault Clio pero, cuando fue a recogerlo, le entregaron un coche de juguete.
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